viernes, 18 de diciembre de 2015

...


          17 de Noviembre de 2015.
        #OneWish#NT#MyFirstActivity
         ─────────────────────

Apoyó los codos sobre la mesa mientras esperaba a que algunas plantas hirvieran con el agua dentro del caldero. Seguía haciendo pociones para algunas personas y prácticamente de eso vivía. Y así como quién quiere la cosa, un recuerdo se le vino a la mente, pero era un recuerdo bastante doloroso entonces se puso a pensar en ¿qué hubiese pasado si...?

        ━━━━━━━★━━━━━━━

La noche anterior había obtenido sus primeros poderes que eran la telequinesis y la adivinación, ahora podría adivinar lo que pasaría en el futuro al tener contacto con una persona, eso era gracias a los demonios que las brujas mayores y poderosas de su familia habían invocados.
Salió de ''casa'', si es que se le podía llamar casa a esas cosas en donde vivía junto a su familia, cubierta con una caperuza de color rojo y aterciopelado que le había hecho su abuela. Se adentró al bosque teniendo cuidado de que nadie la viese y luego de haber estado minutos y minutos caminando, a lo lejos pudo observar una fogata y varias mujeres reunidas al rededor de él pero a medio camino su cuerpo su inmovilizado, al bajar la cabeza para observar qué era lo que la abrazaba vio que eran unos conocidos brazos así que inmediatamente se volteó aún siendo abrazada y quedó cara a cara frente al pueblerino.
Tenía una relación rara con aquél chico, no eran precisamente una pareja sino que coqueteaban mucho y habían compartido unos cuantos besos a escondidas de sonreírse a distancia pero nada más, incluso podrían haber ido más allá de no ser por una tercera persona que siempre los interrumpía. Aquella pueblerina estaba enamorada de ''su chico'', todo el tiempo andaba detrás de él y le lanzaba miradas amenazadoras a Lilith pero la Austen simplemente sonreía.

Espantada sus ojos se abrieron de sobremanera y colocó ambas manos sobre el pecho del chico para poder estar un poco más alejada. Y lo que siguió fue ella preguntándole a él en un susurro qué hacía él ahí, a lo que él respondió que la había visto entrar al bosque y que la quería acompañar a recoger leña ya que empezaba a hacer más frío y que por nada en el mundo dejaría que ella fuese sola al bosque porque alguien podría seguirla y hacerle daño. El corazón de Lilith latió como loco al escuchar las palabras del guapo pueblerino francés; quiso acercarse para darle un beso en los labios pero era de esperarse que los interrumpirían, y quién más sino la pueblerina acosadora. Austen estaba dispuesta a darle unos cuantos golpes pero la tipa pronunció algunas palabras que la dejaron congelada: —¡Bruja!. Entonces hubo un silencio incomodo, el terror se mostraba claramente en la cara de la joven Austen y luego dejó de sentir los brazos del pueblerino; los ojos se le llenaron de lagrimas y el rostro del chico era como que no entendía nada de nada mientras que el de la otra tipa tenía una satisfacción pero anonadada quedó cuando el chico se dio la vuelta y le gritó a la tercera que no le importaba si Lilith era una bruja o lo que fuese, posteriormente volvió a sentir los brazos del francés al rededor de su cuerpo.

La pueblerina se había ido corriendo de allí dejándolos solo a Lilith y a Jérome, ese era el nombre del francés. No pasaría nada si Austen no acudía a la ceremonia de la noche de Halloween, total ella no estaba tan enamorada de la magia negra como sus familia, ella simplemente estaba enamorada de Jérome.
Vagaron por el oscuro bosque hasta que decidieron detenerse; Lime, como solían decirle, se quitó la caperuza y la tendió sobre el suelo para acostarse junto al francés, y fue allí que luego de varios besos subidos de tono y caricias, Lime dejó de ser ''pura''. Estaban tan concentrados en lo suyo que no escucharon los ruidos que venían del pueblo y si Hyelim no hubiese bajado la guardia entonces hubiese adivinado lo que pasaría momentos después.
Como sea se vistieron y salieron corriendo de allí, después Lilith le pidió al chico que corriera hacia otro lugar así no lo encontrasen, que ella lo alcanzaría más tarde. Si Lilith no le hubiese pedido eso entonces los demás pueblerinos no hubiesen atrapado a Jérome, y si Lilith no hubiese vuelto al corazón del bosque entonces ella podría haberle pedido a su madre que atrapase el alma de Jérome ya que podían hacer eso y guardarla dentro collar que colgaba del cuello de la joven Austen, por más que su abuela se enfadara. Y quizás lo hubiese salvado de ser ahorcado frente al pueblo.

        ━━━━━━━★━━━━━━━

Suspiró y se rascó la cabeza para luego apagar el fuego que calentaba el caldero, las hojas ya estaban secas y habían largado todo en el agua que ahora era como medicina.
Las almas reencarnaban cada cien años o mil años, no lo recordaba bien pero Jérome debía estar por ahí y ella lo traería devuelta a su lado, como sea.

𝒜𝒹𝒾𝓋𝒾𝓃𝒶, 𝒶𝒹𝒾𝓋𝒾𝓃𝒶𝒹𝑜𝓇

           
         #Lilium_Calamity#Wittich_World 
              2015-12-16
         ────────────────────

—Prepárate Cililing, porque... ¡hoy vamos a leer el futuro!

Exclamó contenta mientras se frotaba las manos, así como una mosca que estaba planeado chupar algo dulce o... algo asqueroso. Bajó las escaleritas de su ambulante casa y giró ''el cronómetro'', como ella lo llamaba, y al abrir la puerta un airecito helado hizo que sus coloridos cabellos se menearan hacia atrás.
No hacía falta que cerraran la puerta con seguro o algo parecido porque Calcifer cuidaba de la casa.

Para Calamity, Seul era extraño porque ¿qué pasaba si alguien le robaba el bolso o lo que sea? ¿cómo iba a saber quién era la persona que le había robado? Para ella su única solución era comenzar a golpear a todo aquél que apareciera en su camino porque todos eran iguales ¿cómo podría diferenciarlos? Y eso era ridículo porque tristemente ella era como todos aquellos que caminaban a su lado, los mismos rasgos pero la diferencia era el color de su cabello y el color de sus ojos, ''amarillo orina'', amarillo.

Echó varios vistazos al hada que caminaba a su lado, reducía la velocidad con la que caminaba ya que Applewhite parecía hacer un sobre esfuerzo por estar a su lado y como su tamaño era pequeño, por no decir que era similar al de una botella -bromeaba- entonces la chica quedaba atrás. La ternura se apoderaba en el cuerpo de la hechicera con esa imagen.
De pronto se detuvo porque realmente no sabía a donde se dirigía, simplemente había comenzado a caminar. Miró a su alrededor en busca de alguna tienda vacía y sin uso, pero no había nada, absolutamente nada. Eso no debía estar pasando, pero bueno, ahora su hada tenía una misión.

—Eh... Entremos a aquella tienda de ropa, elije cualquier cosa que te guste y luego ingresas al probador pero no te vas a medir la ropa, sino que te harás chiquitita e irás a buscar algún local vacío por aquí cerca. No tenemos lugar para trabajar y no me parece muy buena idea de lo armar una tienda de campaña, ya hace frío aquí.

Abrazándose a sí misma trotó hacia la nombrada tienda de ropa.

#Prólogo #Cililing

Los días como humana de Cililing eran bastante rutinarios. Sin importar la época del año o la estación que fuera, despertaba exactamente a las ocho en punto de la mañana, salía a las ferias locales para comprar algo de sustento para ella y su compañera de piso, y por supuesto, luego debía de preparar el desayuno para las dos. Era un trabajo que podía parecer pesado, pero en realidad no era nada comparado con intentar despertar a la otra fémina.
      
—Lilith, despierta. El desayuno está listo.
      
Había una bandeja parcialmente arreglada con los contenidos de un desayuno normal y nutitivo descansando sobre el buró a un lado de la cama; sobre el lecho algunos mechones de cabello azulados se escapaban y dejaban en claro que ese bulto debajo de las mantas se trataba de una persona. Sin embargo, si alguien viera la escena desde fuera, seguramente pensaría que aquel cuerpo carecía de signos vitales. De verdad, ¿cómo era posible que alguien durmiera de forma tan profunda? Ella sabía que muchas veces Lilith, mejor conocida como Lime, utilizaba el mundo de los sueños como ruta para comunicarse con su verdadero lugar de origen, pero cómo siendo una bruja tan poderosa, no podía ella hacer un hechizo o pócima que le permitiera despertar con mayor facilidad.
            
—Si no despiertas, voy a comerme tu desayuno.
      
Cililing y Lilith se habían conocido bajo circunstancias bastante extraordinarias. De hecho, tiempo después de haber escapado de las garras de aquellas personas que jugaban al científico loco con el hada, esta comenzó a tener sueños frecuentes donde el color azul predominaba; a veces veía una casona rodeada de árboles, y otras, unos ojos ámbar escudriñaban su mente. La séptima noche sin embargo, pudo tomar control de sus actos dentro de aquellos sueños e ingresó sin problemas a la casona que antes solo había podido admirar. Se enteró pues que la dueña de ese lugar no era otra más que su salvadora, y aunque en un comienzo le desilusionó saber que su adorado príncipe azul no era sino una bruja que utilizó camuflajes para esconder su identidad, con el tiempo llegaron a conocerse y a llevarse bien. Cililing, o Eloise como había decidido llamarse en su forma humana, desde entonces vivía y trabajaba como hada guía de la bruja, ayudándola con sus quehaceres diarios en lo que esta otra, a cambio, le ofrecía su protección.
      
—De verdad eres todo un caso... —Rezongó luego de haberle dado una mordida a la tostada francesa, que se supone, era para la bruja que aún dormitaba. Cruzando una de sus piernas sobre la otra, permaneció sentada sobre la cama a un lado del cuerpo femenino más grande. No había mucho qué hacer, porque si le lanzaba agua acabaría por ser esta devuelta en mayores cantidades obra de los hechizos ajenos -experiencia propia-, así que seguiría comiendo. Había funcionado otras veces para despertarla. —Hmm~ que rica está la comida, ¡es una lástima que te la estés perdiendo!

¡Fuera de mi jardín! - Wittich.



→ Privado con Will Cipher. 
→ 13 de Noviembre de 2015.

Lilith se encontraba una reunión de hechiceros, magos y brujas en Londres porque la reina de Inglaterra se encontraba en apuros y alguien debía hacer una poción para aquella señor, sin embargo Lilith no estaba interesada en hacer algo por lo que inmediatamente desapareció de allí, habían mejores cosas que hacer como crear pociones y remedios a base de hierbas y flores que le habían pedido y ella era puntual siempre.
Los pedidos los había levantado su hada, Cililing pero que en forma humana se llamaba Eloise; así que cuando ingresó a su casa y cerró la puerta detrás suyo, giró algo así como un cronometro que se usaba para calcular el tiempo que se cocinaba alguna comida pero con la diferencia de que este cronometro cambiaba de lugar. Así que cuando giró el cronometro hacia el lado derecho el panorama fuera de la casa cambio por completo, ya no se encontraba en Londres sino en Wittich, la tierra a la que ninguna persona podía pisar a menos que estuviese en un sueño o haya abierto un portal.

Había una sola mesa en esa casa y la utilizaban para todo, también había de todo. Platos limpios y amontonados junto a libros viejísimos, frascos para colocar las pociones, etiqueta para ponerle a los frascos, un par de calderos, un cucharon de madera, hojas de plantas medicinales, flores, platos sucios junto a cubiertos que estaban en el mismo estado. Todo eso lo había hecho ella ya que en ese mismo momento se encontraba sola y su hada quien la ayudaba a mantener limpia la casa no se encontraba. Antes de continuar haciendo pociones y algunos remedios, colocó más leña al fuego para que su casa se mantuviese en pie y siguiera caminando porque estaba hechizada. En el momento que tiró la leña, del fuego salieron unos brazo que abrazaron la madera y exclamaba un ''¡Cuidado!'' porque Lilith había sentido un movimiento en el jardín de su casa con forma de casa de Hobbit. Lo primero que pensó fue que se trataba de un ogro.

—¡Fuera de mi jardín!

Gritó saliendo de la casa dispuesta a enfrentar a esa bestia se encontró con un joven peliazul. Nunca antes lo había visto por Wittich y alrededores.